El diagnóstico de osteoporosis se hace en niños con fracturas vertebrales, con traumas de baja intensidad o en aquellos con una densidad mineral ósea disminuida asociada a fracturas de huesos largos.
Los grupos de riesgo para esta condición son niños que tengan enfermedades que incluyan fragilidad ósea como la osteogénesis imperfecta o en aquellos con enfermedades crónicas como la parálisis cerebral, la desnutrición y las enfermedades que requieran corticoides crónicos entre otros.
Si bien no es un diagnóstico frecuente es fundamental reconocer la importancia de la prevención y la salud ósea en los niños.
Siendo pilares la optimización de la nutrición, manteniendo un adecuado aporte de calcio en la dieta, asegurar una adecuada exposición al sol, mantener un peso normal y favorecer la actividad física siendo necesario en algunos casos la suplementación de calcio y Vitamina D con compuestos orales, todo con el fin de reducir las fracturas, disminuir la recurrencia de estas y favorecer una mineralización y crecimiento normales.
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